Hace algunos años, que
con mi familia, visitamos “Los tres tombs” en diferentes pueblos de Cataluña,
pero últimamente los más visitados son los de la comarca del Bages. Es sorprendente la
cantidad de animales que se reúnen en estos encuentros, pero lo que llama más
la atención son esos caballos tirando de carros tan grandes y arreglados con
cosas del campo. Mazorcas de maíz, troncos de madera, cañas o toneles de vino
llenan cada una de las carretas, también son admirables aquellos carros que engalanan
imitando una forja, un gallinero con animales vivos e incluso una castañera, en
definitiva un minucioso trabajo lleno de pequeños detalles para recrear estas
escenas cotidianas. Las personas que desfilan se visten igual que la época que
representan, con sus trajes típicos y también
los tractoristas se visten de granjeros o pastores.
Hay un apartado para los
tractores antiguos y sus aperos, hace dos años un socio de Moià me dejo un
tractor Barreiros y pude participar con mi hijo pequeño en el evento. Todo
comienza con un buen almuerzo en la calle de donde se sale, situada enfrente
del local social, se hace fuego, butifarra y pan con tomate y el porrón de vino
que no falte. Fue emocionante ver la cantidad de personas que se acercaban de
Moià y de los alrededores, para ver el acontecimiento. Ese año después de las
tres vueltas de rigor y con la bendición del cura del pueblo, nos fuimos todos
los tractoristas y familiares a comer al restaurante del Prat.
Este año pude disfrutar
el recorrido por el pueblo con mi tractor, ya que lo tenía todo preparado, con
ITV y seguro. Era un día de enero bastante frio, pero pasamos una buena mañana
gracias a un buen abrigo, el moscatel y la torta que nos regalaban al pasar por
la panadería. Unos veinte tractores antiguos participaron ese día, Fard, Fordson,
Fiat, Lanz, Deutz, Massey Ferguson, Barreiros, David Brown, Saca, John Deere,
Allgaier y alguna marca más que no recuerdo. Al tener que hacer tres vueltas
como marca la tradición, se termina un poco tarde, pero como estaba programado
en el restaurante de Moià nos esperaban para deleitarnos con una buena comida.
Estos días son toda una
demostración de cómo conservar viva una tradición. Esperamos poder participar
de nuevo el próximo año y ver más carros y tractores restaurados y engalanados,
compartir la ilusión de los que participan, preparando animales, carrozas,
tractores, aperos y trajes,… y viendo como disfrutan las personas que
van a presenciar el desfile. Una fiesta de todos y para todos.
1 comentario:
Hay que felicitar a la gente que organiza estas actividades. por esta zona de Huesca desgraciadamente no hay eventos de este tipo. el tractor ebro de la foto me suena un monton.
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